Esta semana que pasó fué exquisita.
Puedo afirmar y seguir reafirmando que los seres que me rodean son hermosos.La unión se consolida, se solidifica cada vez más, eso me hace muy felíz. Al igual que ese tierno abrazo de cada tarde o el compartir pequeñeces.Los días de verano, que pusieron de cabeza mi armario. Mi short favorito, un par de zapatos y esa camisa que según Ale, es de colectivero.Mi bici. Quiero primavera, la brisa en mis piernas nada estilizadas, espectro solar a las 19 hs. Vendrá.
Viernes 22 de gosto,después de tantos días finalmente fui a la mercería, la última visita fue allá por marzo.Todavía recuerdo la mirada perdida de aquella vendedora a quien intenté sacarle charla y lo logré. Me contó con indignación la historía que apagaba sus ojos. Realmente no me interesaba, solo quería sacarla un poco de ella, de su horror, por un momento.
Cinco meses después me encontraba nuevamente ante el mismo escenario y la misma vendedora. Esta vez estaba en busca de un par de botones.Ante el caos, ella me ayudó a escogerlos, con tanta paciencia y dedicación, es su arte y yo, por mi parte,no estaba dispuesta retirarme sin mi botín. Justo antes de concretar la transacción le pregunté si había podido resolver ese asunto de aquellos días de marzo. Esbozó una sonrisa y comenzó a relatarme el desenlace de aquél episodio, pero esta vez de manera apasionada y felíz, me contó cómo había triunfado. Sus ojos destellaron bajo la paupérrima luz del lugar, ella quería hablar, yo solo deseaba alejarla de sí, nuevamente como aquél día de marzo. Sí,son giladas que hago cuando me desbordan tantas cosas lindas. Me retiré del recinto y crucé la avenida con prisa, quería que el Sol me abrazara en la vereda de enfrente.Sentir los cálidos rayos sobre mi nuca. Vi como una mariposa en pleno vuelo se perdió entre la gente. En esa semana, iluminada, me sentí plena, me siento plena me estoy cultivando,redescubriendo,estoy leyendo un libro hermosísimo, explorando otros, estoy dibujando, estoy aprendiendo...de la vida. Tanta alegría es la que siento, que no te puedo explicar, tendrías que sentirla y vivirla para renovar la sangre, el corazón. Y sí, definitivamente,la felicidad es el deseo de repetir.
Y ahora sí universo, se que debo pagar esos hermosos días de verano bajo este cielo inquieto de martes aunque me sienta como aquel viernes y se que quedan cosas importantes, pero acá me detengo, que después te sigo contando.
es cuestion de soltar... |