lunes, 19 de enero de 2015

Plenilunio

Mis brazos cansados,
el viento en mi rostro,
supongo que todo será una cuestión posicional en la cual debería permanecer estática.
No puedo rodear el Sol, es tan grande y yo soy tan pequeña.
Pero aún así lo intento porque su presencia me hace felíz.
Mientras que en la otra vereda todo está muy bien, yo estoy bajo la nube.
Y me llueve.
Pero aún así lo intento.
Porque mi piel ha vivenciado la existencia de finales felices.