el viento en mi rostro,
supongo que todo será una cuestión posicional en la cual debería permanecer estática.
No puedo rodear el Sol, es tan grande y yo soy tan pequeña.
Pero aún así lo intento porque su presencia me hace felíz.
Mientras que en la otra vereda todo está muy bien, yo estoy bajo la nube.
Y me llueve.
Pero aún así lo intento.
Porque mi piel ha vivenciado la existencia de finales felices.